El “Palacio Sarmiento”, más conocido como “Palacio Pizzurno”, se ubica en el Pasaje Pizzurno 935 y es uno de los mejores ejemplos arquitectónicos de las llamadas escuelas palacio de fines del siglo XIX.
Buenos Aires se caracteriza por tener una gran cantidad de edificios de estilo europeo, pero pocos saben que algunas de estas construcciones son o fueron escuelas públicas y que forman parte del patrimonio histórico nacional. En aquella época, se construían de acuerdo a las teorías pedagógicas de Sarmiento, que indicaban que las escuelas debían funcionar en edificios monumentales, en sintonía con la importancia asignada a la educación.
En este contexto, una mujer llamada Petronila Rodríguez quería que su riqueza se destinara a la construcción de un palacio escuela. La familia Rodríguez poseía cuatro manzanas situadas entre las actuales calles Córdoba, Callao, Montevideo y Marcelo T. de Alvear. Petronila murió en 1882, a los 67 años. En su testamento ordenaba la construcción de un templo -la Iglesia del Carmen-, un asilo, y una escuela para 700 niñas. Asimismo, puntualizaba que dicha escuela debería funcionar en un edificio de tres pisos, y estaría equipada con un museo, una biblioteca y varias aulas de clase. Por último, solicitaba que se impusiera su nombre a dicha escuela.
El edificio fue construido por el arquitecto argentino Carlos Adolfo Altgelt, en colaboración con su primo Hans Altgelt entre 1886 y 1888. Tras la finalización, habilitación e inauguración de la obra en 1893, el edificio fue ocupado como sede provisoria de los tribunales de la Capital de Buenos Aires, hasta la finalización de su sede real, el Palacio de Justicia frente a la Plaza Lavalle, que se encontraba en construcción.
Mientras tanto, la escuela pedida por doña Petronila en su testamento fue localizada en una casona que se encontraba en lo que hoy es la intersección de las calles Capdevilla y Paraguay. Tiempo después se mudó a un predio en Junín y Paraguay e, incluso, ocupó por un breve período su lugar original antes de desaparecer definitivamente en 1903. En 1934, se impuso a una escuela del barrio de Parque Chas el nombre de Petronila Rodríguez, pero a decir verdad está lejos de ser un palacio.
Entre 1903 y 1978, el Palacio Pizzurno, fue sede del Consejo Nacional de Educación. Tras la disolución de este ente con el traspaso de las escuelas nacionales a las provincias, se lo dedicó a su uso actual por parte del Ministerio de Educación, reagrupando al mismo tiempo a varias dependencias del Ministerio que hasta entonces habían ocupado edificios públicos cercanos. En 1961, durante los festejos por el 150 Aniversario del nacimiento del presidente Domingo Faustino Sarmiento, se rebautizó al edificio con su nombre.
En 1980, el palacio Pizzurno fue remodelado siguiendo una Resolución Ministerial del año anterior que afectó, no solamente al edificio principal, sino también el subsuelo de la calle Pizzurno y la Plaza “Paseo de los Maestros”. Las obras estuvieron a cargo del arquitecto Félix Ruiz Martínez, y entre sus principales objetivos estaban la reorganización del sistema de estacionamiento y el reacondicionamiento y modernización del interior del edificio. Las reformas se hicieron teniendo en cuenta el nuevo uso de la edificación como sede del Ministerio de Educación, dotándolo entonces de salas de reuniones, talleres y salones de actos.
El 13 de enero de 2006, y mediante el decreto 35/06 de la Presidencia de la Nación, el edificio y sus alrededores fueron declarados Monumento Histórico Nacional.
Su imponente y majestuosa fachada está ubicada para ser vista frontalmente. Su arquitectura es una combinación ecléctica de estilo francés con reminiscencias versallescas, lo podemos observar por las destacadas mansardas (tejado francés) que caracterizan a este edificio y los almohadillados (parte saliente de la piedra) de su fachada. A su vez, tiene varios toques germánicos, como la severidad de sus líneas, y la decoración con ménsulas antropomorfas y figuras alegóricas, pues el arquitecto a cargo de la obra había completado sus estudios en la Real Academia de Arquitectos de Berlín, donde se especializó en la construcción de edificios escolares. En las ventanas acopladas al transpiso, se encuentran las figuras alegóricas de dos mujeres. Estas buscan representar una idea valiéndose de formas humanas, de animales, y/o de objetos. La que sostiene una antorcha y un libro representa la Ciencia y el Arte; y la otra, coronada de laureles, es el símbolo de la fuerza de la Paz.
De acuerdo a la disposición original del edificio, los tres pisos del cuerpo central del mismo estaban ocupados por el museo y la biblioteca escolar, mientras que el ala izquierda estaba dedicada a la escuela. El sector escolar se distribuía entre diez salones para clases de enseñanza general, dos de dibujo y de labores, otros dos en forma de anfiteatro, destinados para física, química, historia natural y música, con anexos para bibliotecas especiales aisladas de los ruidos que provenían del exterior. Como mencionaba antes, tras la remodelación en 1980, se modernizó el interior del edificio teniendo en cuenta su nuevo uso y se lo dotó entonces de salas de reuniones, talleres y salones de actos.
Por último, el Ministerio de Educación de la Nación tiene un área encargada de la preservación y difusión del patrimonio artístico, por lo que posee una invaluable pinacoteca con nombres como Antonio Berni, Benito Quinquela Martín, Lino Enea Spilimbergo, y cientos de otros.
Redacción Recoleta: Lola. S (@lolask_