Al igual que en abril, el Hard Rock Café acusa no poder pagar sueldos y realiza despidos encubiertos a sus empleados con el apoyo del sindicato representante del sector.

El Hard Rock Café Buenos Aires de Recoleta y Puerto Madero, denunciados por soltar la mano a sus empleados en tiempos de pandemia. “El sindicato se supone que está para protegernos, cuidarnos de despidos y los abusos o malos manejos de la empresa. Pero no fue así”.

Empleado con diez años de trabajo en el Hard Rock Café, denuncia que la empresa está realizando despidos encubiertos, avalados por el Sindicato de Pasteleros, gremio que representa a los trabajadores del sector.

Tal como había sucedido en el mes de abril, el Hard Rock Café se reunió con sus empleados, en la sede del gremio de Pasteleros, para explicarle la difícil situación que atraviesa la empresa debido a la pandemia y aseguraron no poder pagar los sueldos, como alternativa les ofrecieron un arreglo de renuncia voluntaria a cambio de una indemnización.

Los dos restaurantes Hard Rock, uno ubicado en el barrio de Recoleta (la razón social de la empresa es New Viking Investments S.A.) y el otro en Puerto Madero (Selowel Argentina S.A.), están a cargo del empleador Rubén González junto a un grupo de inversores. En la sucursal Recoleta los hermanos Emilio y Pablo Lucini también figuran como responsables.

El Hard Rock Café parece no tener iniciativa de cumplir con los trámites necesarios para obtener el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) y con ese dinero completar los salarios de sus trabajadores. Para el empleado es notoria la falta de voluntad: “Dicen que en la empresa no hay plata para pagar los sueldos y que dependen del pago de los ATP por parte del Gobierno, pero para que eso suceda la empresa tiene que cargar cierta información, como lo hizo el mes pasado, pero nos dicen que ahora ese pago es más incierto y que no saben si se va a concretar. Claramente en todo esto se nota la poca voluntad de la empresa, que transmite un mensaje que claramente no lleva tranquilidad y no da la sensación de voluntad de parte de ellos, ni del sindicato, de defender los puestos de trabajo”.

Volviendo a lo sucedido a principios de Abril, apenas iniciada la cuarentena, el empleado relató: “Se repitió el mismo planteo que nos hicieron la primera vez cuando nos dijeron que vayamos a cobrar los sueldos a Puerto Madero y después aprovecharon para ofrecer retiros voluntarios y echar a compañeros. En este caso fue lo mismo, ya que cuando desde la empresa terminaron de explicar el panorama este, dejaron abierta para todos la posibilidad de optar por la renuncia voluntaria”.

La enorme diferencia entre lo sucedido en abril y lo que sucede ahora es que todo se realizó con la garantía clara del sindicato encabezado por Luis Hlebowicz: “Un poco nos imaginábamos que esto iba a ser así, pero lo que nos llamó poderosamente la atención fue que esta propuesta se haya hecho adentro del sindicato. El sindicato se supone que está para protegernos, cuidarnos de despidos y los abusos o malos manejos de la empresa. Pero no fue así”.

La conclusión del empleado es que: “Después, en los mensajes y conversaciones que tuvimos entre compañeros, ninguno pudo decir que alguien del sindicato hubiera saltado a criticar estas medidas o a defendernos. Así que entiendo que el sindicato está, como ya lo viene estando siempre, del lado de la patronal y apoyando la propuesta renuncias voluntarias”.