El 11 de Noviembre celebra al santo patrono de la ciudad, un militar devenido en monje llamado Martín de Tours predestinado por sorteo.
San Martín Caballero, considerado desde hace siglos, como el Santo Patrón del trabajo y las oportunidades, fue en vida un hombre noble, generoso, sereno y bondadoso con el prójimo. Es por ello que muchos fieles lo invocan para que les conceda el favor de ser noble de sentimientos y caritativo de corazón.
San Martín Caballero, conocido también como San Martín de Tours, nació en la actual Hungría, en el año 316, en el seno de una familia pagana. Su padre era un oficial del ejército romano, lo que lo llevó forzosamente a servir en el ejército del imperio con tan solo quince años. Convertido al cristianismo, vivió como un monje, y a los veintitrés años, dejó de servir en el ejército.
“Soy un soldado de Cristo y no es legal para mí luchar en un ejército.” afirmaba.
Cuenta una leyenda que mientras era soldado, un día de mucho frío se encontró con un mendigo que andaba prácticamente desnudo. Ante esta situación, San Martín se quitó su capa, la cortó por la mitad y la compartió con el hombre. Esa noche Jesús apareció en su sueño, vestido con la mitad de su capa y le dijo: “Martín me ha cubierto este día”.
Fue un hombre humilde, que enseñaba la bondad del alma a quienes lo conocieron, amaba la creación de Dios y a la naturaleza. Su fecha conmemorativa es el 11 de noviembre.
Un sorteo realizado el 20 de octubre de 1580, pocos meses después de la Fundación de la Ciudad lo instauró como Patrono de Buenos Aires cumpliendo los preceptos de la época de nombrar a un santo para proteger el nuevo asentamiento.
La plaza San Martín de Tours, en el barrio de Recoleta evoca al Santo Patrono con una escultura realizada en bronce por el escultor Armando Bucci recreando a San Martín al momento de cortar su capa con su espada para compartir su abrigo con el mendigo a quien le hacía falta.