El actual centro de exposiciones llamado Palais de Glace y ubicado en el barrio de la Recoleta, se erigió en 1910, con la finalidad de construir una pista de patinaje sobre hielo y club social, al que asistiría la alta sociedad porteña, que en aquel entonces sostenía un estilo de vida, de características europeas en sus costumbres y pasatiempos.
HORARIOS
Entrada libre y gratuita
Posadas 1725 / Av. del Libertador 1248
Ciudad Autónoma de Buenos Aires – CP1112ADE
Teléfonos: +54 (11) 4804-1163 / 4324 / 4805- 4354 / 4807-5298
info@palaisdeglace.gob.ar
Tuesday to Sunday 12 am to 8 pm – Free admission
Ouvert tous les jours sauf lundi 12 à 20 heures – Entrée libre et gratuite
Terça a Domingo das 12 às 20 – Entrada Franca
Exposiciones:
Martes a viernes de 12 a 20 hs.
Sábados, domingos y feriados de 10 a 20 hs.
Lunes cerrado.
Visitas a la exposición
Sábados a las 17 y 18 hs.
Visitas para grupos durante la semana, con cita previa.
Biblioteca
Martes a viernes de 12 a 17 hs.
Sábados de 14 a 20 hs.
Kino Palais – Espacio de Artes Audiovisuales
Funciones todos los viernes, sábados y domingos
La obra original estuvo a cargo de José R. Rey y Besadre, quien tomó como modelo al Palais de Glace de Paris. Las líneas de su arquitectura responden al estilo francés imperante hacia fines del siglo XIX.
El edificio funcionó como tal entre los años 1911 y 1921, pero el tango iba a irrumpir y ser conocido por las clases más acomodadas de la ciudad, lo que transformaría la pista de patinaje en un salón de
baile y para su acondicionamiento sus pisos fueron recubiertos en madera de roble.
Aunque en aquel momento nuestro tango estaba cubierto aún de cierto prejuicio asociado a la mala vida y los sitios donde se bailaba eran peringundines y burdeles.
El visionario bon vivant, barón Antonio De Marchi, en el año 1912 organizó en El Palais de Glace una velada que marcó un hito en la historia de esta música. A cargo estuvo del espectáculo la orquesta al mando de Genaro Espósito acompañada por demostraciones coreográficas del bailarín Enrique Saborino. A partir de entonces, se transformó en
“el lugar distinguido del tango”. Allí actuaron las orquestas de
Francisco Canaro, Roberto Firpo y Julio De Caro, entre tantos otros. El lugar guarda gran parte de la historia de la ciudad y una cantidad de anécdotas leyendas que incluyen entre otros, a Carlos Gardel.
Fue en el año 1931, finalizado el contrato de concesión, y debido a un plan de remodelación de importantes edificios de la ciudad, la Municipalidad recupera el edificio y lo cede al Ministerio de Educación y Justicia para albergar a la Dirección Nacional de Bellas Artes, el cual hasta ese momento se encontraba en el Pabellón Argentino (ubicado en calle Arenales 687) bajo el nombre de Salón Nacional, que fue demolido con motivo de la construcción de la que hoy en día es la Plaza San Martín.
Es así que desde 1932 y hasta 1954, el Salón Nacional funcionó dentro del Palace de Glace ininterrumpidamente pero para ello tuvo que ser remodelado.
Los trabajos de remodelación del edificio fueron realizados por el reconocido arquitecto Alejandro Bustillo quién respetó la estructura original del mismo y aprovechó convenientemente las rotondas para
convertirlas en salas de exposición. Original es el techo abovedado que tiene la sala central, culminando en una magnífica cúpula de vidrio con gran lucernario, destinado a darle luz natural al lugar.
En 1934 se crean tres grandes murales en el interior del salón, en representación de las bellas artes y las artesanías argentinas como el cuero, la platería, la alfarería; y un año más tarde reconstruyen la fachada que se mantiene hasta nuestros días.
En el año 1938, realizan en el Palais de Glace, una exposición de equipos de televisión, que da paso a la transformación de esta sala a un anexo de los estudios centrales de canal 7 en el año 1954, por esta razón el Salón Nacional tuvo que ser trasladado en ciertas ocasiones al Museo Nacional de Bellas Artes y en otros casos al Congreso de la Nación.
Es en 1960 que vuelve a funcionar como sala de exposiciones, función,que perdura hasta la actualidad. Sufriendo entre 1979 y 1982 una reforma más, que consistiría en un entrepiso.
Desde mayo de 2004 el Palais de Glace es considerado Monumento Histórico Nacional y en el año 2012 fue reconocido por la Fundación Konex por su aporte a las Artes Visuales de Argentina.
En su afán de adaptarse a las nuevas tendencias, se realizan en el salón continuas modificaciones.
La colección permanente del Palacio Nacional de las Artes cuenta con 1020 obras, de las cuales 273 son Pinturas, 191 Esculturas, 214 Grabados, 95 Dibujos, 21 Témperas y Acuarelas, 77 Fotografías, 81 Cerámicas, 57 Textiles, 3 Frescos de 1934 realizados en el interior del edificio, obra de la escuela de Alfredo Guido y 8 Nuevos Soportes
e Instalaciones. Este patrimonio artístico está conformado mayoritariamente por los grandes y primeros premios Adquisición del Salón Nacional de Artes Visuales y donaciones nacionales e
internacionales.
La entrada es libre y gratuita pero quienes deseen contribuir con la Asociación de Amigos del Palais de Glace, puede adquirir un bono contribución de $20. Las visitas al Palais de Glace se realizan de martes a viernes de 12 a
20 hs y sábados y domingos de 10 a 20 hs. Los sábados a las 17 y 18 hs. se realizan visitas a la exposición y ofrecen una propuesta de carácter informativo sobre técnicas, pautas de análisis y ejes para la reflexión en torno a las obras con el fin de fomentar la capacidad de observación, el conocimiento de los materiales y brindar un espacio para la interacción del espectador.
Actualmente es el espacio institucional por excelencia del Estado Nacional para la exhibición de arte argentino y sede del Salón Nacional de Artes Visuales, el certamen más importante del país que otorga premios en diversas categorías.
EL PALACIO DE HIELO
Entre 1880 y el Centenario de 1910 se produjo un cambio cultural muy profundo en la alta sociedad porteña, cuyo estilo de vida, costumbres y pasatiempos comenzaron a tener un rasgo marcadamente europeo. El edificio del Palais de Glace fue construido por José R. Rey y Besadre en los terrenos cedidos en concesión por el Municipio, e inaugurado en 1910 como pista de patinaje sobre hielo y club social, escenario por excelencia de la high life de la belle epoque.
Tomando como modelo al Palais des Glaces de Paris, la pista de patinaje circular ocupaba el salón central, y a sus alrededores se distribuían palcos y salones de tertulias. En el subsuelo del edificio se instalaron las máquinas que fabricaban el hielo que abastecía la pista, y en el primer piso nuevos palcos, confitería y un órgano completaban las instalaciones, cuyo techo abovedado culminaba en una cúpula con un gran lucernario central que aún hoy se conserva, destinado a darle luz natural a la pista de patinaje.
Promediando la década de 1910, con el patinaje sobre hielo ya menos en boga, el Palais de Glace se convirtió en una elegante sala de baile con piso de roble para recibir al nuevo embajador de la cultura ciudadana: el tango.
EL SALÓN NACIONAL
Hay una historia que es paralela a la del Palais de Glace, y que entronca más tarde con ella. Es la historia del Salón Nacional. En el año 1907 la Comisión Nacional de Bellas Artes aprobó una propuesta de creación de un Salón Anual de Pintura, Escultura, Arquitectura y Arte Decorativo, iniciativa que se pudo concretar en 1911. Si hacia el Centenario Argentina en general y Buenos Aires en particular no tenían una vida artística regular y organizada, la inauguración del primer Salón Nacional el 20 de septiembre de 1911 en el Pabellón Argentino ubicado en Arenales 687, supone un fuerte empuje para el desarrollo de las artes plásticas.
Concebido con la expresa voluntad de generar un ambiente artístico y de promover la formación de artistas y espectadores, rápidamente el Salón Nacional se convirtió en un lugar de referencia, en un espacio de consagración y legitimación con una fuerte capacidad para generar movimiento artístico desde sus orígenes.
EL PALAIS DE GLACE Y EL SALÓN NACIONAL DESDE 1932
El Salón Nacional, junto con las oficinas de la Dirección Nacional de Bellas Artes, funcionó hasta el año 1931 en el edificio del Pabellón Argentino, hasta que en 1932 éste tuvo que ser demolido para la remodelación de la Plaza San Martín. A cambio de ese edificio, el Municipio cedió el Palais de Glace a la Dirección Nacional de Bellas Artes para su funcionamiento. El 21 de septiembre de 1932 se inauguró allí el XXII Salón Nacional de Bellas Artes, y hasta 1954 el Palais de Glace fue ininterrumpidamente sede del Salón Nacional y sala de exposiciones.
El encargado de los trabajos de remodelación del edificio que comenzaron en 1931 fue el arquitecto Alejandro Bustillo. También artista y antiguo ganador del primer premio de pintura del Salón Nacional, Bustillo respetó la estructura original del edificio y aprovechó convenientemente las rotondas para convertirlas en salas de exposición. De 1934 son los tres grandes murales que decoran el interior del edificio, uno de ellos una alegoría representativa de las bellas artes, los otros dos representativos de artesanías argentinas como el cuero, la platería, la alfarería. De 1935 es la remodelación de la fachada que modificó radicalmente el aspecto exterior del Palais de Glace y que se conserva hasta el día de hoy.
En 1938 se realizó en el Palais de Glace una exposición de equipos de televisión, preanunciando lo que ocurriría entre 1954 y 1960, años en los que el Palais funcionó como estudio anexo de los estudios centrales de Canal 7, ubicados en Ayacucho y Posadas. Por tal motivo, en esos años el Salón se realizó en sitios diversos, como el Museo Nacional de Bellas Artes y los salones del Congreso de la Nación.
En 1960 el Palais de Glace vuelve a funcionar como sala de exposiciones, y desde aquel año hasta el día de hoy, salvo en contadas excepciones, el Salón Nacional se desarrolla en el Palais. A lo largo de su historia, el Salón Nacional de Artes Visuales ha ido sufriendo las modificaciones que le permitieron adaptarse a las nuevas tendencias: en la actualidad, abarca las disciplinas de pintura, escultura, grabado, dibujo, cerámica, arte textil, fotografía y nuevos soportes e instalaciones, incrementándose todos los años la participación de artistas de todo el país.