Noviembre marca el Mes de la Calidad

Noviembre marca el Mes de la Calidad, un momento dedicado a reflexionar sobre la importancia de la gestión de la calidad en la vida diaria y en el desarrollo de procesos más eficientes, sistemas robustos y resultados sólidos en el ámbito empresarial. En la actualidad, este factor es fundamental para el éxito empresarial, ya que impulsa la competitividad y eleva la satisfacción del cliente.

Por consiguiente, no resulta sorprendente que las empresas estén cada vez más inclinadas a utilizar la tecnología para gestionar distintos procesos y facilitar a sus colaboradores las tareas rutinarias. Este enfoque minimiza los tiempos de gestión, otorga mayor control sobre la información, reduce la duplicación de tareas innecesarias y agiliza los procesos de calidad.

La tecnología capacita a las empresas para disminuir su dependencia de individuos o grupos de trabajo al centralizar el conocimiento en plataformas propias, asegurando un control constante por parte de la empresa y sus responsables. Esta perspectiva tiene un impacto directo al acelerar la gestión de no conformidades, reclamaciones o acciones correctivas preventivas, impulsando a las organizaciones a sobresalir en un mercado exigente que demanda soluciones inmediatas. En resumen, la tecnología posibilita una notable reducción en los tiempos de gestión en un departamento de calidad, mejorando su funcionamiento.

Además, mediante la adopción de innovadoras herramientas digitales como la automatización, los empleados en el departamento de calidad pueden liberarse de tareas rutinarias o de control, dedicando su tiempo a labores más estratégicas como la proyección, revisión, planificación o diseño de planes de mejora, utilizando software especializado para otras tareas.

La tecnología garantiza la disponibilidad de información actualizada en todo momento, ofreciendo una visión general y rápida de la situación actual, y asegurando la seguridad necesaria para controlar cada dato generado.

Aunque es crucial contar con herramientas que mejoren la calidad de los productos y servicios, también es fundamental adoptar una filosofía y establecer un sistema de gestión de calidad que involucre a todos los departamentos y empleados de la organización.