Feliz 290 años Recoleta.

Por la ley 726 promulgada por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, cada 12 de octubre Recoleta celebra su cumpleaños, en esta ocasión el número 289.

Según lo reseñado por el Museo Roca las celebraciones se realizaban en los orígenes del barrio y derivó en el espíritu festivo que caracteriza al barrio.

Los franciscanos recoletos celebraban el día de la Virgen del Pilar todos los años en la Recoleta. Este festejo comenzó desde su instalación en la Iglesia del Pilar en el siglo XVIII y de a poco fue cobrando relevancia. Para principios del siglo XIX la fiesta duraba una semana y se sucedían la procesión, la misa y luego las diversiones con bailes, refrescos y hasta fuegos artificiales. Los testigos cuentan que a veces se veían escenas indecorosas a medida que pasaban los días de fiesta.

En la década de 1820, los tiempos de Rivadavia, fueron suprimidas las órdenes religiosas en una reforma integral que el gobierno de Buenos Aires desplegó en diversas esferas. Los religiosos pasaron en muchos casos a ser parte de la Diócesis de Buenos Aires junto al clero secular. Uno de los puntos que más preocuparon ante la expulsión de los Franciscanos recoletos fue qué iba a pasar con las fiestas y romerías que se daban en octubre.

El gobierno buscó evitar problemas y se hizo cargo de las funciones. Más aún, para evitar que la población extrañe a los sacerdotes, invirtió una suma cuantiosa para evitar la suspensión de la celebración. Juan Manuel Beruti, contemporáneo a los sucesos, rubricó que las fiestas fueron de tal magnitud que casi superan a las Fiestas Mayas, que se hacían para conmemorar la Revolución del 25 de mayo de 1810.

La popularidad de estas fiestas se mantuvo durante el siglo XIX, y en paralelo los problemas por la aglomeración de personas y las escenas impúdicas que se veían con cada vez más cotidianidad. Esto generó que en ocasiones la policía prohibiera las fiestas hacia fin de siglo. Sin embargo, La Recoleta siguió siendo lugar de festejos y romerías.

La colectividad española comenzó a celebrar en septiembre la conmemoración de la fundación de la Asociación Española de Socorros Mutuos. Rápidamente esta fiesta cobró relevancia y se volvió multitudinaria. Ello se explica por el incremento de la inmigración española pero también por la participación de espectadores y público general que se acercaba a disfrutar de la música.

De esta manera, el Barrio de la Recoleta se gestó como un espacio en las afueras del centro urbano reconocido por las romerías, fiestas y el espíritu de celebración que se despertaba ante cada inicio de la primavera.
M. R.