En el Día Mundial del Veganismo, nos sumergiremos en cómo piensan y por ende actúan las personas que eligen este estilo de vida.
Ser vegano no es sólo llevar un tipo de alimentación que excluye cualquier producto de origen animal. Ser vegano se origina en una forma de pensamiento.
Si bien se lo puede considerar como un desprendimiento del vegetarianismo. El vegano, no ingiere ningún tipo de carne, llámese cerdo, pollo, pescado, vaca etc., su dieta es a base de frutas, verduras, cereales, tofu, soja, legumbres, semillas y nueces entre otros.
Los veganos tampoco consumen huevos, lácteos o miel, en concordancia con su pensamiento de llevar una viva dedicada a evitar causar daños a animales no humanos en la medida en que esto es posible. Las personas que eligen este camino consideran a todos los animales como seres a los que debemos respetar, y no como objetos para nuestra utilidad.
El veganismo va más allá de solo la alimentación. Los veganos no consumen productos derivados de animales, tales como cuero, lana, pieles, seda y plumón, convencidos de un estilo de vida que intenta respetar y convivir con todo lo que nos rodea. Puede que esta fuerte convicción, los haga ver como personas estrictas y cuestionadoras en su intento de querer ser visualizados.
Lo cierto es que el veganismo es una filosofía de vida consciente y natural. Si te identificás con el pensamiento y optas por el veganismo, el primer paso para hacer las cosas bien, es consultarlo con un profesional, quien te guiará e indicará la mejor alimentación para estar y sentirte saludable.