Miles de personas visitaron la Feria Francesa, organizada en conmemoración del 234 aniversario de la Toma de la Bastilla, que se realizó hoy en la Plaza Francia, en el barrio porteño de Recoleta, en donde los visitantes pudieron disfrutar de productos originarios de la gastronomía y artesanías de ese país europeo.
“Lo interesante de la feria es que están todos los realizadores de la cocina francesa. Es muy lindo porque nos muestra como una comunidad fuerte”, dijo al referirse a los franceses en la Argentina Natalia Penchas, cocinera e influencer, reconocida localmente por sus recetas de estilo europeo.
El encuentro fue organizado por la Asociación Gastronómica Francesa, nacida a principios del 2010 y que reúne a los profesionales de la gastronomía gala en el país y promueve eventos didácticos abiertos al público.
Los visitantes probaron múltiples variantes de croissant, un clásico de la panadería francesa o mouses realizados con productos como chocolate, trufas o frutos del bosque.
La conmemoración se desarrolló en el marco del Día Nacional que conmemora la histórica toma de la Bastilla, símbolo de la monarquía en el país galo y fecha considerada como la primera victoria del pueblo de París sobre el antiguo régimen, marcando la finalización de la monarquía absoluta y el comienzo de una etapa de libertad, igualdad y fraternidad para el pueblo.
En el encuentro se vendieron platos como confit de pato, Sopa de cebolla y hasta sándwiches de lomo que se ofrecieron con precios que oscilaban entre los 700 y 1.800 pesos, mientras que las donas, las tartas de frambuesa y los croissant costaban entre 400 y 1.500 pesos.
Algunos visitantes aprovecharon para sacarse una foto junto a una réplica de un metro y medio de la Torre Eiffel, ubicada al costado del Monumento a los Franceses, la obra de 1910 del destacado artista y escultor francés del neoclasicismo Edmund Peynot.
En la entrada del parque se montó un escenario para espectáculos con diferentes grupos de música francesa.
Uno de los platos más solicitados en la jornada fue el Boeuf Bourguignon, un estofado de carne al vino, en cocción lenta, que se cocina con tinto, hierbas aromáticas, cebollas y panceta. Uno de los puestos más concurridos era el de La Raclette, cuyo plato principal oferta fue el queso Raclette fundido sobre papas con pepinos en conserva.
Mauricio, uno de los cocineros de la feria, afirmó a Télam que para ellos “es muy importante este evento porque nos permite mostrar lo que hacemos. Difundir la cultura francesa y en especial la gastronomía es algo único”.
Para los más chicos, el Grupo Alma, compuesto por maquilladores, pintaban las caritas de los menores con los colores blanco, azul y rojo de la bandera francesa.
Morgan Chauvel, cocinero de Boulangiere Cocu, exhibió al público una gran variedad de Eclair, una dona hecha con pasta choux, a la que se da forma alargada y se hornea hasta que queda crujiente y hueca, entre las cuales se destacan las de chocolate y dulce de leche.
“Este es un evento único, y celebrar un día tan importante como la Toma de la Bastilla con el público es gratificante”, enfatizó a Télam Chauvel.
Para Natalia Penchas, uno de los platos franceses más especiales es la galette de rois, un hojaldre con crema pastelera.
Sobre el significado de la gastronomía francesa, la cocinera afirmó que “la nuestra tiene una cosa gourmet”, y aclaró que “la cocina clásica francesa es un movimiento artístico” en sí mismo.
“Esta fecha es la excusa para encontrarse y pasar la fiesta juntos. Los franceses celebramos con amigos, independientemente de la nacionalidad que tengan porque es el despertar de la libertad”, agregó Penchas.
“Hacerlo al aire libre, en esta plaza que conmemora a nuestro país, probando diferentes propuestas y con una kermes llena de actividades, parece el escenario ideal para ello” resaltó, Jean Lauriot, otro cocinero que ofrecía sus exquisiteces.