En este Día de la Tierra, sumen sus voces a la mía para exigir un futuro sano y resiliente para las personas y para el planeta. António Guterres. Secretario Gral. ONU
Tenemos el deber de oír a Nuestra Madre Tierra en su fuerte y claro pedido de auxilio. Debemos actuar. La naturaleza está sufriendo y lo sabemos.
Hemos visto los recientes incendios en Australia, se han dado los mayores registros de calor terrestre y la peor invasión de langostas en Kenia, no obstante, ahora nos enfrentamos al coronavirus -COVID -19, una pandemia sanitaria mundial relacionada fuertemente fue con la salud de nuestro ecosistema.
El cambio climático, las modificaciones provocadas por el hombre en la naturaleza, y los atentados que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, son factores que aumentan el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos (enfermedades zoonóticas).
PNUMA, el (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), nos advierte que cada 4 meses, una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos y que el 75% de estas enfermedades, provienen de animales.
Esto nos prueba la estrecha relación entre salud humana, animal y ambiental.
Vemos el impacto positivo del virus sobre el planeta, mejorando la calidad del aire y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, pero sabemos que no es más que temporal, y es debido a la trágica desaceleración económica y al confinamiento humano. Cuando todo vuelva a su relativa normalidad seguiremos haciendo el daño.
Vale recordar más que nunca, en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos firmemente, cambiar hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. Debemos ser conscientes y promover nuestra armonía con la naturaleza y la Tierra.
El primer día de la Tierra
El primer Día de la Tierra tuvo lugar en 1970, 20 millones de personas salieron a la calle para reclamar por lo que ellos consideraban una crisis ambiental, se manifestaron indignados por los derrames de petróleo, el smog y la contaminación de los ríos. Se convirtió en el evento cívico más grande del planeta en ese momento e impuso a los gobiernos a tomar medidas concretas, incluida la aprobación de leyes ambientales y el establecimiento de agencias dedicadas al medio ambiente. Con estos resultados concretos, el evento demostró cuánto se puede lograr cuando las personas se unen y exigen acción.
En el año 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución que lo reconoce formalmente como el Día Internacional de la Madre Tierra.
El 22 de abril de 2016, las Naciones Unidas adoptaron formalmente el Acuerdo de París, el cual articuló el compromiso de los países de limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2˚C por encima de los niveles preindustriales; y de fortalecer las capacidades para mitigar los impactos negativos del cambio climático.
El Día de la Tierra en 2020
Con la acción climática como tema en el marco de su 50 aniversario, el Día de la Tierra 2020 estaba preparado para ser una ocasión histórica.
Originalmente, se habían preparado una serie de eventos que reuniría a personas en todo el mundo. Pero la pandemia de COVID-19 ha obligado a un cambio hacia plataformas completamente digitales y virtuales.
El Día de la Tierra 2020 será una jornada de 24 horas repleta de acciones, grandes y pequeñas, en favor de las personas y el planeta. Los organizadores, que pertenecen a la sociedad civil, esperan llenar el panorama digital global con conversatorios, actuaciones, seminarios web y eventos que apoyan y reclaman acciones urgentes sobre el cambio climático.
Mientras el mundo planifica la recuperación posterior a la pandemia, PNUMA y otras agencias del sistema de las Naciones Unidas ven esta fecha como una oportunidad para llamar la atención sobre la necesidad de “reconstruir mejor”. Los riesgos de ignorar la destrucción ambiental deben entenderse y abordarse con políticas y medidas de protección.
El 22 de abril es un gran día para recordar que debemos aprovechar las oportunidades que nos ofrece el mundo natural para crear empleos verdes y estímulos económicos sostenibles, tomar medidas urgentes para evitar un calentamiento global insostenible y asegurar un futuro saludable y digno para todos los habitantes de este planeta.